Del Volga podía llegarse, así, hasta Moscú, Leningrado y Karelia. Pero el gran río carecía de brazos hacia el mar Negro, y por el Sur esa importante vía de comunicación acababa en el Caspio, que podía ser considerado un callejón sin salida. Ello no significaba que el Caspio no tuviera su valor como instrumento de tráfico, ya que permitía conectar el Centro con el Cáucaso y con el Asia central. Su gran defecto, sin embargo, era su aislamiento respecto del océano y, por tanto, de las grandes vías marítimas mundiales.
En la antigüedad geológica, el Caspio formana parte con el mar Negro, de una cuenca única que bañaba, por el Sur, al rígido macizo de la plataforma rusa. Más tarde, la cuenca del Manich que era submarina, emergió y aisló el Caspio, transformandolo en un lago. Cuando los orillas del Volga comenzaba a poblarse, aquel estaba ya cerrado. De ahí la definición de "región sin salida", que los geórafos han acabado dando al inmenso espacio que se extiende de Moscú a Magnitogorsk y Bakú, comprendida la depresión caspiana.
El aislamiento del Caspio y, como consencuencia del Volga respecto al mercado extranjero era un gran inconveniente, pero no el único ni tampoco, quizás, el mas grave para la mayor vía fluvial del país. Así cuando la madera transportada por agua llegaba al bajo Volga tenía que ser extraida del río, cargada en vagones de ferrocarril y transportada hasta las minas, donde era necesaria para reforzar las galerías interiores. Lo contrario sucedía con el carbón, que viajaba en vagones, durante quinientos kilometros, hasta el Volga, donde se transfería a las barcazas que los transportarían hacia el Norte.
Y, sin embargo, el mismo curso natural del río tenía una disposición que parecía una disposición que parecía coincidir, en buena medida, con las exigencias de los hombres. Desde los montes Zhiguli, en las cercanías de Kuíbishev, discurre siempre hacia la derecha, en dirección a Occidente, o sea hacia la zona donde se encuentra el Donbáss. Sólo mas tarde, cuando parece próximo a desembocar en el mar de Azov, ve su recorrido bloqueado por la hilera de las colinas de Yerguení y, entonces, con un brusco viraje, tuerce a la izquierda, hacia Oriente, y así continúa hasta verterse en el Caspio.
Precisamemente en el punto donde el río forma su curva, que es tambien el mas proximo al Donbáss, ha surgido una cuidad que debe gran parte de su desarrollo a su característica de confluencia entre vías de transporte terrestres y vía fluvial. Se trata de la ciudad que en otro tiempo se llamaba Tsáritsin, nombre que no deriva, como se cree a veces, de la palabra "zarina" (tsáritsa, en ruso), sino del río Tsáritsa, que en aquel punto desemboca en el Volga. Se trata de una vieja denominación tártara, "Sarisu", que significa "agua amarilla", denominación mas tarde rusificada por los habitantes rusos. Tsáritsin fue posteriormente llamada Stalingrado, y hoy lleva el nombre de Volgogrado.
Precisamente donde el Volga se dirige mas directamente hacia el Oeste, se le aproxima otro río, el Don, que baña al Donbáss y va a terminar en el mar de Azov. Los recodos que forman los dos grandes cursos de agua parecen casi tocarse en sus vértices, hasta el punto de que en el lugar de mayor proximidad su distancia supera en poco los cincuenta kilometros. Faltaba poquísimo, pues, para que el mayor río europeo acabara desembocando naturalmente en los mares que tienen conexión con los espacios oceánicos.
La faja de tierra entre ambos ríos, ondulada, árida, sin árboles y cubierta de matas de ajenjo, ha sido considerada siempre un lugar de paso entre el Don y el Volga, es decir, entre la zona del mar Negro y la del Caspio. Hace siglos, los sultanes turcos trataron de excavar tambien un paso para las aguas, con objeto de poder extenderse mas profundamente a lo largo del Volga y derrotar a los rusos.
Las huestes de Stepan Razin, el jefe de la insurreción campesina del siglo XVII, pasaron por aqui a fin de penetrar, desde el Don, en los vastos espacios del Volga. Pedro I intentó dos veces construit un canal, y de ello ha quedado recuerdo en el nombre de un pueblo que aun se llama Petrov Val. Cuando Napoleón soñaba con arrebatar a los ingleses las riquezas de la India, proyectaba hacer pasar por aqui a su ejercito para llegar a Asia. Tambien fue construido aquí uno de los primeros ferrocarriles rusos, precisamente para unir el Don con el Volga. Tambien aquí, durante la guerra civil, las "Guardias blancas" del Sur intentaron unirse con las tropas blancas de Siberia, para cercar en un anillo el Moscú rojo y las regiones del Centro. Finalmente, aqui intentaron abrirse paso los nazis para apoderarse del Volga y rodear Moscú por el Sudeste.
El tramo comprendido entre Volga y Don ha sido siempre, pues, una encrucijada de caminos y una tierra de episodios memorables. Volgogrado, la ciudad que lo domina, se ha convertido en el punto central de todo el sudeste de la parte europea de la URSS. Pero se han requerido siglos para que el problema fundamental planteado por esta región fuera resuelto.
La conexión directa entre los dos ríos estaba bloqueada por una estrecha faja de tierra que habia sido recorrida, a lo largo de la historia, por millones de pies humanos y surcada por infinidad de ruedas de carros, pero se mantenía intacta. Pues bien; hoy, ese obstáculo ha sido, superado. A través de las ondulaciones de las colinas de Yerguení se ha abierto un canal. El Volga ha sido unido al Don, de modo que el Caspio ya no está aislado de los espacios oceánicos.
El canal Volga-Don se concluyó en 1952.